El tratamiento dental preventivo es esencial para mantener la salud dental y constituye la base de la odontología general. La salud bucodental puede influir positivamente en la salud general. La odontología preventiva incluye pasos y procedimientos para evitar que se desarrollen problemas de salud bucodental en primer lugar, lo que ahorra a los pacientes gastar mucho dinero en tratamientos terapéuticos.
Visión general de la odontología preventiva
La odontología general preventiva es un aspecto del cuidado dental que se centra en mantener sanos los dientes y las encías. Implica una combinación de exámenes dentales frecuentes y la adopción de excelentes prácticas de higiene bucal, como el cepillado y el uso del hilo dental. El cuidado bucodental suele comenzar durante la primera infancia y continúa a lo largo de toda la vida. Además, el dentista también puede recomendar radiografías durante una cita dental rutinaria para comprobar si se está desarrollando algún problema en la cavidad bucal.
Un dentista general es un profesional de la odontología que trata a pacientes de todas las edades. Cuando los pacientes necesitan un tratamiento preventivo estándar, como limpiezas dentales, exámenes y radiografías, éste es el dentista al que deben acudir. También realizará empastes y otros procedimientos dentales básicos. Una de las responsabilidades más importantes del dentista general es enseñar a los pacientes a cuidar sus dientes correctamente. Puede detectar posibles problemas a tiempo, ayudar a los pacientes a desarrollar hábitos saludables y recomendar cuidados adicionales si es necesario.
El papel del paciente en la odontología preventiva
Los pacientes son los principales responsables de la mayor parte de su cuidado dental preventivo. Cultivar prácticas orales saludables desde una edad temprana puede ayudar a prevenir caries, enfermedades de las encías y otros problemas orales. A continuación se exponen los fundamentos de una higiene bucal excelente:
- Cepille los dientes con un cepillo de cerdas suaves y pasta dentífrica con flúor al menos dos veces al día, generalmente por la mañana y por la noche. El dentista puede ayudar a los pacientes a elegir el cepillo y el dentífrico más adecuados. También puede dar consejos sobre cómo cepillarse correctamente
- Utiliza hilo dental a diario para eliminar los restos de comida atrapados entre los dientes antes de que provoquen una caries.
- Después de utilizar el hilo dental, enjuáguese la boca con colutorio para eliminar las partículas de comida que hayan podido quedar.
- Deben evitarse los alimentos ácidos, ya que pueden erosionar el esmalte dental.
- Tenga cuidado con los alimentos duros, como algunos dulces y alimentos que contengan huesos, semillas o huesos que puedan dañar o astillar los dientes.
- Evitar fumar o consumir productos del tabaco, ya que pueden provocar cáncer y otros problemas bucales.
- Cuando practique algunos deportes, utilice un protector bucal
- Los pacientes que rechinan los dientes por la noche deben hablar con el dentista sobre la posibilidad de utilizar un protector nocturno para evitar la recesión de las encías.
Ventajas de la atención dental preventiva
Los exámenes dentales preventivos periódicos ayudan a la salud bucodental de las siguientes maneras: reducen la posibilidad de caries, enfermedades de las encías y otros problemas dentales importantes. Las citas rutinarias permiten al dentista examinar a fondo la cavidad bucal, la mandíbula, el cuello y otras zonas para descubrir posibles problemas. La detección precoz de problemas dentales puede ahorrar tiempo y gastos de tratamiento.
La odontología preventiva también ayuda a reducir los problemas dentales asociados a determinadas enfermedades crónicas. La diabetes, la osteoporosis, el cáncer y los trastornos alimentarios pueden afectar a los dientes y a la salud bucodental. El cuidado dental preventivo regular es un aspecto vital de la salud general de las personas con enfermedades crónicas.